Medidas anti-fraude molestas
Lo cuento a veces, cuando hay que explicar que hay que ser cuidadosos con las medidas anti-fraude: estás en una conexión que no es la tuya, tienes prisa y el Google (o Facebook, o tu banco) de turno te hace pasar por algún paso extra de verificación. Más nervioso te pones y todo va peor. O cuando por pereza vas retrasando compras por no ir a buscar la tarjeta que no la tienes a mano y se te acumulan unas cuantas: las haces todas de vez y en tu banco saltan las alarmas correspondientes y et paran las operaciones.
Justamente de esto último hablaba Paul Wallich en Don’t pay your bills all at once (recomendable el The Risks Digest.
The suspicious transactions: one small purchase from an online retailer we use often, and three $100-plus payments over the course of 30 minutes to what turned out to be the local cable company, electric company and a mobile phone provider.
Está claro que los sistemas anti-fraude tienen que mejorar, pero tenemos que ser conscientes como usuarios de su existencia y estar preparados para ser ‘frenados’ en cualquier momento.